Tuesday, May 23, 2006


" No tiene sentido una flor si no es para florecer".

Sunday, May 07, 2006


IMPOTENCIA

(Escuchando: Antonio Vega - Escapadas)

Te sientas a mi lado y me pides que te diga lo qu pienso. Nada, digo yo, mirando al espectacular cielo nocturno de agosto, en aquella playa de arena fina. ¿Nada?, cuestionas decepcionada. Eso no puede ser. Mírame. ¿En qué piensas?. Y yo te miro. Y entonces te veo. Veo tus ojos inquietos y verdes llenos de esperanza, brillando a la luz tenue de las estrellas. Quiero romper ese hechizo traidor como las olan rompen a mis pies, pero no puedo. Y pienso. Y pienso que la luna baña tu cara dibujando tus formas. Mimosamente te acaricia dejando en ti su mágica esencia. Y pienso que quiero morder y besar esos labios que desprenden erotismo. Quiero acariciar tu cara, tocar tu cabello mientras te beso. Te deseo. Te quiero a ti, aquí y ahora, tomarte a la luz de la luna y de las estrellas ruborizadas. Me da igual todo lo demás. Te quiero a ti. Agarrarme a tus sinuosas caderas y perderme en ti.
Claro que pienso en algo. Pienso en ti, tonta, y tu quieres oírlo. Pero todo se agolpa en mis sienes y la barbilla me tiembla, y sólo se oye un imperceptible "en nada". Y tus ojos centelleantes y curiosos rompen el encantamiento.
Te levantas y te marchas silenciosamente, casi levitando sobre la arena que se aparta a tu paso en una reverencia...
Yo me recuesto sobre la arena, y me pierdo en la oscuridad y la amargura...

Saturday, May 06, 2006

VODKA CON LIMÓN

Las olas lo absorbían. Casi no las veía, pero podía sentirlas, palpitando como el corazón del mar.
Él yacía, sentado en la arena, recostado contra una barca, bajo la noche más estrellada de su vida. Podía contemplar el universo en toda su profundidad bajo un estremecimiento de insignificancia. Tenía un vaso de cristal en la mano, y podía ver en él la gran luna llena flotando entre el vodka con limón. Era una fiesta de sensaciones, y eso le recordaba a ella…


NOCHES DE ÉBANO Y MARFIL

(Escuchando: Guns and Roses - Knocking on Heaven's doors)

Me arrodillé…apoyé el vaso en la arena y me senté. Miré a la luna de inocencia y los ojos se me llenaron de lágrimas…conté para ti las estrellas y seguí la delgada línea trazada donde se funden cielo y mar…sentí sus latidos, los latidos de su corazón de cristal, y la tierra murmuraba…me salpicaba el beso de espuma y arena, y entonces te vi, te imaginé, te soñé cálida, mientras las sábanas dibujaban tu cuerpo precioso. La noche era de azabache, pero allí, perdido en la inmensidad del infinito…me sentí una pequeña parte del todo…lo vi claro. Mi mundo quedó reducido a la décima parte de una milésima de infinidades, solo contra el universo profundo, mi alma luchaba por gritar…y vi el cielo de esperanza y de cartón. Mi fragilidad sobre el vidrio que me mostraba la grandiosidad del infinito. No había crepúsculo, no había amanecer ni puesta…ni nada…yo era nada porque nada lo era todo…y sin embargo tú seguías ahí, rosa de amor, dueña de mis sueños de papel. Y pensé que la esperanza rompe la imposibilidad…y el infinito…una mínima reacción, un impulso eléctrico en mi cerebro, una lágrima…me ponía en contra del todo y la nada, y ya no era nada ni todo…sino que era. No importa lo que. Simplemente, era. Y me dije que siempre serás mi princesa de los ojos de esmeralda. Y grité victoria, como tu hace tiempo, como cada noche de mis noches de reloj…observando desde el marco de mi vida, ojos de aguamarina. Pensé que eras culpable de inocencia…y yo…tan sólo un imbécil que besó la luna creyendo que eras tú…
Te esperaré, contando esas setenta (y una) estrellas que besan al mar cada noche, a la orilla de la orilla, llorando sobre la arena, hasta que la luna, como una lágrima del cielo, se hunda en el horizonte, y la mañana presurosa se vuelque en llanto, envolviéndome con su hálito de amargura…
Nunca tanto eché de menos algo que jamás tuve, nunca tanto dolió una lágrima…pero tú estás ahí…al otro lado de ese teléfono que nunca habla, nunca dice, nunca escucha que te quiero. Mi alma ya hace tiempo que reposa en un ataúd de cristal, junto a mi vida, mis sueños y un beso que una vez perdí…y sigue mirando a la noche…con su luna, mi luna y mis estrellas, porque sólo yo las vi y las miré, las observé con los ojos de inocencia y no juzgué por lo que vi sino que sentí por lo que amé…y por eso soy su dueño, y ellas son mías…Son mis noches de ébano y marfil. Algo, un fenómeno psico-sensitivo, algo para vivir solo…o acompañado por alguien muy especial…que no juzgue…que aprecie y aprenda…que sienta…que se emocione…entonces lo transmitirá y juntos heredaremos las noches de pleno Agosto, hasta que el gris de Septiembre lo cubra todo de nostalgia…y piense en ti, princesa…hasta que explote. Lloraré, reiré, escribiré…llorarás…pero nunca serás persona, ni tú ni nadie, hasta que, bajo un profundo y negro manto de todo e inocencia, contemples, callada, escuchando la brisa y su aroma, las noches de ébano y marfil. Entonces…serás libre y podrás gritar…y entonces serás la dueña del mundo, del todo…la nada…y todo lo que eres…Y yo…¿qué importa? Tan sólo escribí esto porque la pluma me lo pidió. Acabaré siendo esto, y lo otro, soñando, como siempre. Y mis cartas inconclusas nunca llegarán a su destinatario, y serán olvidadas por el todo y la nada…pero sentidas por aquellos que, en cualquier tiempo y lugar, se emocionaron bajo una noche de ébano y marfil…



DEAMBULAR CON SUEÑOS ROTOS

(Escuchando: Avril Lavigne - Let Go )

Deambular. Todos, de vez en cuando, deambulamos. Si, todos y cada uno de nosotros lo hacemos. Tal vez no físicamente, pero sí en nuestro interior. Cada vez que nos golpea una emoción. Caminamos con los sueños rotos, como un pedazo de cristal al destrozarse contra el suelo, en una triste y bella explosión de colores y brillos, donde nuestros sueños nos recuerdan en un fugaz destello el resplandor que un día tuvieron, como luchando por permanecer en la memoria...pero diciendo adiós.

Nos dejamos llevar a cualquier otro lugar, nos evaporamos, esperando encontrar cualquier otra cosa, siempre deambulando, con la mente en otro lugar. Buscamos otro sueño, quizá.
Deambulamos silenciosamente en un vacío de consecuencia, dice una canción...*
Deambulamos en esa noche oscura y fría, y nos perdemos entre la lluvia.

* Kamelot - Wander